Desde siempre Fidel Castro fue un aprovechado, vividor y utilizó su retórica, las circunstancias, el descontento, para escalar; sus primeros años de vagancia en la universidad fueron sólo para investigar a quienes arrimarse, sus primeras salidas a ver mundo fueron financiadas por terceros, su boda con una niña de sociedad le permitieron estar en el imperio norteamericano hasta que de regreso a Cuba decidió que a pesar de su acomodada posición económica, necesitaba poder para saciar su egocentrismo y arrogancia, lo logró con un grupo de desadaptados autobautizandose cómo revolucionarios, pero con un país sumido en la pobreza por su ineficacia, le tocó seguir parasitando en nuevas víctimas ya que poder sin dinero no sirve de mucho, así pues los rusos, los chinos los levantaron por muchos años, pero se cansaron de mantenerlos y él parásito mayor lloriqueando por el bloqueo gringo siempre logró despertar la alianza y " compasión" de otros países comunistoides. Siempre fue una piedra en el zapato de Norteamérica, país que entre otras cosas ha tenido que cargar con una migración de casi un millón y medio de cubanos, todo un problema sociopolítico que aún persiste. Buscando nuevos proveedores se antojó temprano, en los años 60 de la millonaria Venezuela e intentó invadirla pero se encontró con un gobierno defensor de la soberanía, hasta hace unos 20 años que consiguió al traidor mayor hoy felizmente difunto y el resto ya lo saben, estamos entregados con la venía y rendición de los herederos del chavismo y sus asqueantes descendientes repotenciados además por sus sociedades con el terrorismo y el narcotráfico mundial.
A estas alturas estos gusanos de la narcotirania cubana ejecutan un plan con sus dos provincias satélites, Venezuela y Nicaragua de dónde han sacado lo bueno y lo peor para inundar de criminales y reclusos a todo el territorio norteamericano, es un vulgar plan descarado que sólo se le ocurre a esas mentes enfermas y resentidas. No nada más les sirven de puente para trasladar las drogas, sino también con esta práctica de exportación de talento delictivo que se convirtió en política de estado.
Las autoridades estadounidenses detuvieron a migrantes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, unas 56.000 personas, solamente el mes pasado, frente a las 49.826 de julio, en comparación a las 23.141 de agosto del año 2021, eso "demuestra que Venezuela se está arreglando", ¡ yo te aviso chirulí!
El creciente número de venezolanos, cubanos y nicaragüenses es la última señal de la rápida evolución de los flujos migratorios mientras las autoridades estadounidenses se enfrentan a una afluencia inusualmente grande.
Revisando las estadísticas de los migrantes cubanos se demuestra que son los ideólogos de tan macabra idea.
Sumando a la cifra inicialmente citada, el actual éxodo migratorio cubano no es uno más de los que cíclicamente han sacudido la isla. En los últimos 11 meses, cerca de 180.000 cubanos han entrado ilegalmente a territorio estadounidense por la frontera mexicana, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Otros 8.000 lo han intentado por vía marítima: entre estos, 5.421 balseros fueron interceptados mientras cruzaban el estrecho de Florida en frágiles embarcaciones. Se trata de la mayor ola migratoria desde el triunfo de la revolución castrista, y supera ya las cifras de los dos últimos grandes éxodos juntos, el del Mariel, en 1980, cuando 125.000 personas entraron a EE UU en seis meses, y la crisis de los balseros, cuando 35.000 cubanos se lanzaron al mar en 1994.
Las causas tienen que ver con la pérdida de esperanzas del pueblo de tener libertad, el grave deterioro de las condiciones de vida que sufre la población desde hace años, y también con la falta de perspectivas de futuro. Los cubanos llevan demasiado tiempo entrampados en un sistema centralizado, estatista e ineficiente, incapaz de garantizar el progreso del país y de las personas. Esto, unido a la falta de mecanismos de participación real de la gente en la toma de decisiones políticas y a la ausencia de espacios democráticos para criticar al Gobierno, resulta una ecuación letal.
Ese estado omnipresente, centralizador, parasitario fue el modelo que le impuso Fidel Castro a su nueva provincia llamada Venezuela a través de Hugo Chávez y su pandilla de choros y continuada por el extranjero, narcocriminal, usurpador Nicolás Maduro. El estado federal y descentralizado como lo establece la Constitución vigente que le dió vida y progreso a los estados y municipios a través de las alcaldías y gobernaciones murió, solo son escenografías.
El modelo narcocomunista es bien claro, acabar con las gobernaciones y alcaldías que ya lo han podido lograr en un 70 % aproximadamente quitándole competencias y recursos.
Desde la cárcel del exilio sigo firme y sin dudas de que para rescatar la libertad e independencia de la patria que está seriamente en peligro, hay que arrancarlos del poder de cualquier forma, incluyendo las opciones que todos quieren y nadie se atreve a decir, confiemos en la justicia divina, que cuando llegue no tendremos cárcel para tantos narcocriminales, sigamos denunciando, enfrentándolos sin pausa, yo lo hago con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
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