Como venezolanos debemos
reconocer que los únicos 3 medios de comunicación que hacen valer el derecho de estar informados
oportuna y verazmente son: el periódico El Nacional, el portal web La Patilla y
el semanario Tal Cual; a nivel regional ya existen muy pocos.
La acción interpuesta por el jefe
del Cártel del Sol, Diosdado Cabello Rondón contra los dueños y directivos de
dichos medios, tiene como único objetivo alcanzar la dictadura comunicacional y
así impedir que el pueblo conozca la enorme cantidad de dinero que ha salido del
Tesoro Nacional a las cuentas de un puñado de corruptos Robolucionarios, los negocios turbios que se
hacen con los dólares del petróleo de PDVSA y la inmoralidad con la que algunos
disfrutan de esas riquezas mal habidas por la extrema corrupción campante, lo
que trae como consecuencia las colas, la inseguridad y las malas condiciones de
vida de muchos venezolanos, hechos jamás vistos en más de 200 años de historia
republicana de nuestra patria.
Los medios demandados han
resistido las presiones y amenazas que desde todos los niveles de gobierno les
han hecho. Aferrados al derecho de la
libertad de prensa han publicado lo que
sucede con transparencia y objetividad, en algunos casos simplemente,
retransmitiendo las noticias que se publican en otras latitudes y que tienen
que ver con nuestro país. Esa es la verdadera razón por la que no tienen ni
tendrán cabida en un gobierno de malandros y de capos. Ojalá hubiera más medios
nacionales y regionales que pudieran informar a los venezolanos, por ejemplo las
declaraciones del Secretario de Antinarcóticos del gobierno de los EE.UU,
William Brownfield, cuando declaró que sí hay suficientes elementos que
incriminan al capo Cabello con el narcotráfico, ratificado hace pocas horas por
el Ex-Secretario de Estado americano, Roger Noriega. Cuando voceros de la
primera potencia mundial hacen públicas
unas declaraciones tan delicadas como esa es porque tienen suficientes pruebas
y testigos que así lo confirman.
El mundo entero sabe que
Venezuela es la cuna de un cartel y está gobernado por un clan de mafiosos de los
más viles, pero en el País no se dice nada. Por el contrario, las fuentes de
información que tenemos en nuestro país están tan degradadas que la máxima
vocera de la Fiscalía del Ministerio Público, Luisa Ortega Díaz, declaró en su
programa quincenal que los medios son para hacer catarsis y no para denunciar. Si alguien tenía dudas sobre la capacidad de
esta funcionaria, con estas declaraciones confirmamos que con su rastrerismo
extremo se ganó la ratificación en el cargo. ¿Será que ni siquiera lee o que no
sabe que muchas de las investigaciones relevantes a nivel mundial han sido
protagonizadas por medios de comunicación?
Muchos medios han sucumbido al
terror del estado forajido y por eso mi reconocimiento a los medios demandados.
Soy de los que cree que sancionando los pocos medios libres del país, el
narcoestado venezolano lograría la ansiada dictadura comunicacional y tendrá
carta blanca para para vilipendiar o asesinar moralmente y físicamente a sus
adversarios.
Así pasó en mi amado estado Monagas, donde los
5 medios impresos se bajaron los pantalones y cambiaron su línea editorial para
no incomodar al régimen del narcoterror. Especial mención merecen dos medios:
1. El Sol de Maturín, diario más antiguo del estado que fue comprado por testaferros
del jefe de finanzas del Cártel de los Soles, José David Cabello, hermano de Diosdado (¡cómo
les gusta todo que lleve el nombre de “El Sol”!) y 2. El Periódico de Monagas, propiedad de los
hermanos Chaer conocidos por ser los más aduladores y oportunistas de Monagas
quienes se ganaron, según dicen por ahí, el Tarzán de Oro, imagínense ustedes
porqué.
En la época de la colonia, nuestros próceres recurrieron a las imprentas para transmitir su mensaje emancipador, en el siglo XXI tenemos el internet, la verdad siempre sale a la luz. Desde el exilio tengo acceso a informaciones censuradas en mi país.
Seguiré dando la pelea con lo único que tengo, MI PLUMA y MI PALABRA.
José Gregorio Briceño Torrealba.
“El Gato” Briceño.
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