sábado, 2 de julio de 2016

Élite militar. La crema y nata de traficantes, contrabandistas y traidores.

El 5 de julio, se conmemora la firma del Acta de Declaración de Independencia de Venezuela mediante la cual representantes de siete provincias del país se unieron para desconocer la autoridad impuesta por el imperio de España y poner fin a trescientos años de dominación española. Sin embargo, la firma del Acta de la Independencia fue realmente el comienzo de una ardua lucha independentista ya que ésta realmente en los campos de batalla. Entre las batallas más importantes de la Guerra de Independencia están: La Batalla de Carabobo librada el 24 de junio de 1821, la cual concluyó con la retirada del ejército realista y fue de trascendental importancia para liberar el territorio venezolano de la ocupación española y posteriormente, La Batalla Naval del Lago de Maracaibo (24 de junio de 1823), con la cual queda sellada la Independencia de Venezuela, ya que aún quedaban provincias occidentales bajo el control de España.

Durante ese cruento proceso libertador, una gran gesta emancipadora surgió. Hombres como el Libertador Simón Bolívar, el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, el Generalísimo Francisco de Miranda, José Antonio Páez, José Félix Ribas, Rafael Urdaneta, Carlos Soublette, José Francisco Bermúdez, Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi, Andrés Bello, Simón Rodríguez, José María Vargas, Luisa Cáceres de Arismendi, Josefa Camejo, Pedro Camejo (El Negro Primero), Guaicaipuro, dignos y ejemplares representantes de nuestra estirpe  librepensadora y antecesores de la disciplina militar , además de  tantos otros venezolanos, reconocidos y anónimos, quienes dieron su vida por la libertad y parieron con tanto esfuerzo el nacimiento de nuestra amada patria. Su talante visionario, su desprendimiento, generosidad y arrollador coraje les convirtió en referencia universal. Con orgullo, por decenas de años el Ejército Venezolano fue reconocido como “Forjador de Libertades” por ser heredero del legado de esos Libertadores y además, porque es el único ejército que ha salido de sus fronteras solo para luchar por la libertad de los pueblos y no con intención de someter y dominar nuevos territorios. Con inmenso orgullo el 05 de Julio, también se celebra el día de la Fuerza Armada Nacional, día en que se rinde honor a los venezolanos más insignes de la historia.

Sin embargo, ya es habitual que el dolor y la indignación invada el sentimiento patriótico de los venezolanos. La institución llamada a defender la soberanía del territorio nacional, espacio aéreo, insular y combatir al tráfico de drogas, ha sido  destruida moralmente por un puñado de generales que a nombre de una trasnochada Revolución,  politizó y sometió a sus oficiales al servicio de una parcialidad que cada vez se aleja más de lo meramente político para adentrarse en el ámbito de la corrupción, la delincuencia y la violación de los derechos del pueblo. La élite militar que hoy ostenta los más altos rangos es la antítesis de nuestros libertadores. Muchos son los casos de tráfico de drogas en los que cotidianamente  se encuentran vincuilados miembros de la Fuerza Armada, su acción y omisión ha convertido a Venezuela en el país por dónde transita el 70% de la droga que llega al resto del mundo, como ejemplo, los 800 Kilos  que sacaron los narcosobrinos de la "Primera Dama" de la Presidencia de la Republica. Es muy común en esta sociedad de cómplices que es la red gobiernera de Venezuela que mientras mas corrupto e inepto  seas más honores te  rinden. Las pruebas sobran, el Presidente de CADIVI, Zar de las Divisas Manuel Barroso aprobó durante su gestión más de 20 mil millones de dólares a cuentas y empresas que engrosaron las fortunas de su amo y tutor, el tenientico Cabello y su pandilla, luego de esa hazaña,  fue ascendido a General de Brigada. En este año los ascensos también muestran ese criterio ya que vemos como ascendieron a Rodolfo Marco Torres también del clan  de Diosdado Cabello , fue ministro de  Finanzas y actual ministro para la Alimentación tareas en las que ha fracasado estrepitosamente. Llegando al colmo que Carlos Osorio otro militar, autor de la debacle alimentaria de nuestro país, General de la República,  logró que una juez pasara  por encima a tres artículos de la Constitución, al prohibir que se hable de su persona.

También se trafica por las fronteras que “custodia” nuestra antes célebre Fuerza Armada, cientos de toneladas en gandolas de  combustible, minerales, comida, medicinas e incluso permiten el paso de  grupos armados irregulares que causan pánico en el pueblo venezolano.

Mientras Miranda o Bolívar  se ocupaban por leer, aprender idiomas y estudiar los mapas para sacar al invasor del territorio nacional, nuestros más notables jefes militares son periqueros, jugadores de gallos (son conocidas las rumbas en las galleras privadas de las fincas del Estado Monagas, donde llegan en helicópteros y grandes camionetas blindadas), apostadores (en moneda fuerte por supuesto porque a Bolivar no lo llevan ni en sus carteras), ceden la soberanía en países extranjeros y la seguridad nacional en círculos de delincuentes que azotan a la población.

Es deplorable que esta cúpula traidora haya permitido ser comandada por oficiales Cubanos, ver cómo se le cuadran a los hermanos Castro y que obligen a la tropa a pararse firme ante autoridad extranjera. Es simplemente aberrante que hayan permitido que nos arrebataran el Esequibo por instrucciones de Fidel Castro quien sigue defendiendo los intereses de Guyana sobre nuestro territorio.

Esta nefasta Revolución ha convertido al estamento castrense en serviles peones de un capataz que tiene como único ideario el de la guerra. Para quienes controlan la institución militar la libertad está limitada a su grupo de aduladores. Al grito de “Patria, Socialista o Muerte” han vuelto las armas contra su propio pueblo. Así, mientras diputados, militares retirados y otros miembros del Cartel del Sol como Diosdado Cabello, Hugo Carvajal Barrios y Pedro Carreño salen y entran por cualquier puerto o aeropuerto del país con todo el privilegio del mundo, al grupo de diputados que venían de la reunión de la OEA celebrada en Washington, se les sometió a humillantes requisas y minuciosos chequeos de equipajes bajo las cámaras de los medios del gobierno.

Pero frente a tanta adversidad, tengo información confiable que dentro de la Fuerza Armada no todo es tan cohesionado como aseguran sus jefes. El descontento se respira en sus filas y estoy seguro que una nueva gesta libertadora se está formando y que más temprano que tarde tendrán un rol emblemático para el renacimiento de la Venezuela libre y soberana que todos queremos.

Seguro de la existencia de importantes reservas morales en cada uno de los rincones del país, sigo dando la pelea con lo único que me queda MI PLUMA y MI PALABRA.


José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño.

Twitter:

@josegbricenot