sábado, 20 de agosto de 2016

Progreso vs Mediocridad/ El Resentimiento es un mal de muchos


Desde mi óptica de hijo de un apacible pueblo agricultor, siempre identifiqué que el progreso y la excelencia son la consecuencia lógica del esfuerzo, del tesón e invariablemente he visto con interés la posibilidad de  lograr que tanto esos pueblos como obviamente las ciudades no se queden en el pasado, poblaciones sin progreso, sin mejoras que eleven la calidad de vida de sus habitantes. Al paso del tiempo, lo lógico es ver que hay nuevas obras que demuestren ese desarrollo necesario y tan deseado.

Esa reflexión me lleva al año 2002, cuando  en mi condición de diputado de la nueva Asamblea Nacional de mi patria por el partido regional  MIGATO,  del cual soy directivo,  tuve el honor de presidir la comisión que debía investigar en España, el supuesto  financiamiento de los partidos políticos Venezolanos entre ellos el Movimiento Quinta República (M.V.R)  partido de gobierno,  en los momentos previos  al proceso electoral del año 1998 en donde el grupo español B.B.V.A aportó recursos a la campaña de Hugo Chávez. Hicimos una intensa labor y cumplimos con el mandato de la plenaria de la Asamblea Nacional. Formaban parte de esa comisión los diputados y buenos amigos Eddy Ríos del estado Zulia y Alejandro Arzola del estado Yaracuy, y ya que a todos nos inquietaba el tema del atraso en la infraestructura de nuestros pueblos y ciudades, discutíamos largamente durante un recorrido vía terrestre por varias ciudades las cuales sin las riquezas que tiene Venezuela,  cuentan con excelentes obras de infraestructura que facilitan la vida y catapultan a la ciudadanía al primer mundo de las comunicaciones, servicios, recreación de primera calidad. Deteniéndonos en cada poblado, observando sus avances, trasladábamos a nuestros estados, la posibilidad de crecer organizada y progresivamente para beneficio de las comunidades. Esa experiencia me permitió nutrirme de una amplia visión de esos lugares para moldear una propuesta de desarrollo la cual 2 años después le propuse al pueblo del estado Monagas, siendo candidato y dichosamente fue aceptada eligiéndome como su gobernador durante 8 años (2004/2008-2008/2012). 

Todos los países desarrollados del planeta y otros en vía de desarrollo han basado su propuesta de concepto estructurante, en el sistema de transporte y las grandes infraestructuras viales tipo autopistas ya que son los servicios articuladores (corredores) de los cuales se deriva la mejor distribución del resto: Electricidad, Acueductos, Gas, entre otros. Además de que  la movilización de las personas y de la producción se facilita en grado superlativo. Nuestro estado Monagas siendo el primer estado petrolero y gasífero de Venezuela y fue uno de los primeros 5 mayores productores agrícolas del país, llego a producir en la década del 80 del siglo pasado casi 100.000 hectáreas de maíz, hoy produce menos de 5000, fue el primer productor de tomate y así tantos otros rubros, entre ellos el café, hoy casi en proceso de desaparición gracias al sistema comunista. 


Eso me conllevó a elaborar como política productiva un proceso de industrialización en el área agrícola con base en lo que producimos para llegar al producto terminado pero a su vez vinculado con una infraestructura vial ya que solo contábamos unas básicas carreteras de escasos 7 metros de ancho y eso desde luego retrasaría aún más  el desarrollo de mi estado. Allí es donde luego de armar una propuesta de red vial principal, con enlaces hacia los cuatro puntos cardinales, se inician, los primeros kilómetros de autopista de la vía del Sur (hacia el estado Bolívar y frontera con Brasil) con el proyecto totalmente elaborado y aprobado por los organismos competentes, se construyó el primer tramo de 20 kilómetros de la autopista La Vinotinto, nombre en homenaje a la selección de fútbol nacional (que por cierto escogido por mis hijas Vanessa y Valeria), la autopista Santo Domingo de Guzmán en honor al santo patrono de mí amada Caicara , el pueblo que me vio nacer, lográndose por primera vez en la historia de mi patria que un gobernador con presupuesto propio de su estado, sin aportes del gobierno nacional, logra más 72 kilómetros de autopistas. Lo asombroso, lo miserable y mezquino es que hoy estén abandonadas y casi destruidas. Llenas de maleza, sin iluminación, como un pueblo fantasma sin gobierno.


Si bien el deber de todo gobernante es generar bienestar PARA TODOS, y construir progreso, lo lógico es que se reconozca con mantenimiento, cuido, conservación que dicha mejora resulta necesaria para la ciudad o el pueblo que la utiliza, pero la mediocridad y el resentimiento de algunas individualidades quienes se han dedicado en los últimos días a criticar la obra de gobierno hecha durante mi gestión, debido a una falla de naturaleza geológica en un punto de la Santo Domingo de Guzmán que amerita atención inmediata y permanente. Este paisano mentecato acusa después de 9 años que el Gato Briceño es el responsable de dicha falla solicitando una investigación al gobernante de turno y a los que la construyeron. Cuando inicié la modernización de  mi estado con la Construcción de dichas autopistas recibí ataques feroces oponiéndose a las construcciones y nunca vi a los paisanos que hoy me critican a defender dichas obras, lo que denota es inopia mental y oportunismo frívolo. Por otra parte, también buscando congraciarse (el sabe con quien), hay uno por allí contando “verdades” que ya ni el mismo se cree,  ya que sus fuentes son chismosos de pasillo y obviando su oficio de periodista  ya no le pone interés en resaltar los hechos realmente noticiosos. Solo lo mueve y se dedica a intentar demoler   figuras con gestión y hechos que hablan de progreso e identidad regional.

El resultado de una gestión de progreso es hoy orgullo de lo monaguenses y las obras con visión de futuro emprendidas en mi estado son herencia para nuestros sucesores, sin distingos, sin exclusiones, quieran o no todos las disfrutan y las disfrutaran. Agradezco cada segundo al creador por lo que pude hacer y parafraseando a esos grandes motivadores que nos permiten con su estilo, creatividad e inteligencia contagiarnos de optimismo para seguir guerreando y no perder la fé y el ánimo, y para sacudirnos del alma a esos mediocres y resentidos, refiero una idea de la periodista colombiana Luz María Doria, en su libro titulado: La Mujer de mis Sueños, el cual he disfrutado y recomiendo su lectura: “Siempre agradece todo. A la gente agradecida el universo le multiplica las bendiciones”.


Les reitero mi convicción en denunciar lo que vaya en contra de la Democracia y la restitución de los Derechos de todos, con lo único que tengo, mi PLUMA Y MI PALABRA

José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño.

Twitter:

@josegbricenot