sábado, 4 de febrero de 2017

CON DIOS O CON EL INNOMBRABLE ???

 La historia refleja que la religión católica llegó a Venezuela con la fundación de la Ciudad de Coro en 1527 donde llegaron los primeros misioneros, se cuenta que uno de los primeros conversos fue el Cacique Manaure, de los Caquetíos, a quien bautizaron con el nombre de Martín Manaure. Originalmente, la Sede Episcopal fue creada en 1541, conforme a la Bula Pro excellenti praeeminentia expedida por el Papa Clemente VI en San Pablo de Roma, el 21 de junio de ese año y tenía su sede en Coro, Estado Falcón, entonces capital de Venezuela, su primer obispo fue Rodrigo de Bastidas y Rodríguez de Romera.
La feligresía de la iglesia en Venezuela cuenta en todo el país con alrededor de 25 millones de fieles, lo que representa un 96 % de la población. Tiene presencia en 37 jurisdicciones incluyendo 25 Diócesis 9 Arquidiócesis, 3 Vicariatos Apostólicos, más jurisdicciones separadas para los ritos melquita y sirios,y también un Ordinariato Militar.
Es menester resumir nuestra historia religiosa ya que eso nos conceptúa como un país en general  católico, aun cuando existe libertad para que cada ciudadano profese, predique y practique cualquier religión, nosotros somos predominantemente  católicos. Nuestra costumbre es sentirnos espiritualmente dirigidos por los Preceptos provenientes de Roma, morada del Papa, jefe supremo de nuestra iglesia.

En virtud de esto  y considerando que los jerarcas, guías, orientadores del Catolicismo en nuestro país saben, viven y padecen las calamidades a las que ha sido sometida nuestra gente y son ellos quienes reportan a las instancias superiores como embajadores sobre la situación real de esta catástrofe que nos castiga,  es inaudito que hayan contradicciones en la posición de la iglesia en Venezuela  
No obstante, la timorata posición del Vaticano convierte a la Santa Sede en cómplice de los abusos del régimen. Así, vi con indignación que el representante del Vaticano en Venezuela asistió al inconstitucional acto de Memoria y Cuenta presentado por Nicolás Maduro ante el Tribunal Supremo de Justicia pisoteando las competencias y atribuciones de la Asamblea Nacional. Con su presencia, El Vaticano avaló el desconocimiento de la institucionalidad y del respeto a la Constitución y al estado derecho. Abofeteó con su presencia en ese irrito acto, a todos los representantes de la iglesia católica y a sus seguidores, que han sido agredidos, física y moralmente por los esbirros, blasfemos y degenerados que controlan el poder en mi patria.

Por si fuera poco, suscribió la propuesta de diálogo llevada a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en donde se desconoce abiertamente el llamado constitucional a celebrar elecciones, omitiendo el punto esencial de definir el cronograma electoral que en 2017, incluye elecciones regionales y municipales.

El comportamiento del Vaticano ofende no solo a la ciudadanía sino a muchos representantes de la iglesia católica que han sido expuestos a los atropellos y ofensas de algunos diputados del partido de gobierno (ahora ministros) que han tildado hasta de homosexuales a algunos obispos venezolanos, mientras otros han sido atacados en plena celebración eucarística, como sucedió en la Iglesia San Pedro Claver del 23 de Enero  en Caracas, en la que irrumpieron los colectivos asesinos cercando la iglesia con la feligresía dentro para dar un discurso sobre la revolución.
También ofende El Vaticano, la propia institución que representa cuando se hace la vista gorda frente al intento de desalojo de una iglesia del Zulia perpetrado por la Policía Nacional de Maracaibo, por hallar al párroco dando un sermón que según el régimen era político-golpista. Será que tal vez no conoce que la residencia del valiente Arzobispo de Barquisimeto Monsenor Antonio López Castillo, en protesta por su discurso donde solo dijo realidades que aquejan a los venezolanos,, en la procesión de la Divina Pastora fue atacada, ni que la residencia de monseñor Adán Ramírez del cabildo Catedralicio de Caracas fue apedreada. Si no sabe eso, probablemente, tampoco sepa en la casa parroquial y la iglesia de Caicara de Maturín han robado reiteradamente, por instrucciones de la  alcaldesa del municipio que es hermana del narcotraficante internacional Hugo Carvajal Barrios y actual diputado del PSUV a la Asamblea Nacional, aún cuando lo sabe todo el pueblo de Caicara.

Es una farsa el apoyo que desde el gobierno se pide al Vaticano, toda vez que el régimen  es dirigido desde Cuba por otro régimen comunista y radicalmente ateo. Realmente el gobierno busca desmoralizar a la colectividad y fraccionar a la oposición para sostenerse en el poder el mayor tiempo posible. Desconocer esta gran verdad por parte del representante del Vaticano en Venezuela, es sencillamente una ofensa a la inteligencia del 90% de la población.

Evidentemente, a la representación del Vaticano en Venezuela le hace falta cambiar su lujosa sotana y ponerse unas buenas sandalias para recorrer el país y adentrarse en los problemas de sus habitantes para hacer verdadera profesión de fe. A la Conferencia Episcopal,  Obispos, sacerdotes y representantes que se han atrevido a cantarles las verdades sin miedo  a los enmascarados dictadores vaya mi reconocimiento, apoyados en ustedes está nuestra esperanza de liberarnos pronto de esta agonía. Especialmente al Padre José Palmar, zuliano resteado con su pueblo, este  líder religioso genuino y desparpajado quien no sólo con palabras, por cierto excelentes escritos ha hecho, cada uno más  lleno de realidades que otro,  sino con contundentes hechos ha enfrentado a la caterva de rateros que hunden la patria.  Es momento de dejar la diplomacia propia del Estado y afrontar con valor y sacrificio el mandato de las Santas Escrituras poniéndose sin temores, del lado del pueblo oprimido.

En oración por Venezuela, sigo dando la pelea con lo único que me queda MI PLUMA y MI PALABRA. 

“El Gato” Briceño.

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@josegbricenot