No le pido a muchas personas, gobiernos y regiones enteras del mundo que visualicen, sufran, sientan en su propia carne como nosotros los venezolanos vivimos y sufrimos al ver a nuestro país desmoronarse, pero reconozcan que es al menos sospechoso que el país más rico de Latinoamérica, el que hace menos de 20 años destacaba en América cómo una potencia educativa, cómo una promesa productiva en pleno despegue y desarrollo tenga hoy en día a más de 5 millones de habitantes que han huído, peregrinando por el mundo en busca de libertad y derechos humanos básicos como alimentarse y trabajar.
¿No les llama la atención? Alguien puede explicar si teniendo todo en tu país ¿cual es la causa para que salgas a sufrir la xenofobia, la depresión de dejar tus raíces y no poder ejercer tú oficio en tu nuevo destino ?
Lo repito sin cansancio y sin tapujos pues el fin que me mueve tiene la urgencia de no aceptar que continúe este genocidio, esta catástrofe humanitaria en la que el 35% de los infantes venezolanos menores de 5 años sufren de desnutrición -Bachelet dixit- así que mis razones para vociferar ante la indiferencia, la omisión o defensa del diálogo con asesinos, narcoterroristas y demonios de toda clase, lo ameritan.
¿No les basta que en sus países han encontrado en bancos y empresas millonadas de dólares producto de estafa, robo al tesoro público venezolano a costa del hambre y falta de medicinas en Venezuela? Cada día hay más novedades e investigaciones que CERTIFICAN que la mafia heredera de Hugo Chávez, el clan Maduro/Cabello es una organización criminal aliada a las más perniciosas mafias terroristas mundiales.
Para nuevas señas, la prestigiosa y reconocida revista colombiana SEMANA tuvo acceso a los documentos reservados del Servicio de Inteligencia Bolivariano (SEBIN) y del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en los que que se evidencia masiva presencia de guerrilleros colombianos en el país, de todas las ramificaciones de estas organizaciones narcoterroristas (ELN, disidentes de las FARC entre otros). Lo que todos sabemos lo confirman ya que delatan la amistosa protección y colaboración que el régimen de Nicolás Maduro presta a los grupos armados ilegales colombianos que se esconden y operan desde territorio venezolano. Es una sociedad y le prestan apoyo como anfitriones a cambio de protección y experticia en terrorismo.
Esta alianza del espanto sin dudas seguirá creciendo a medida de que los gobiernos de occidente o democráticos y promotores de la Paz a ultranza sigan poniendo los protocolos diplomáticos y de diálogos como única esperanza de libertad de un pueblo entero que padece sin pausa, dando como resultado que el COMUNISMO SIGA AVANZANDO. No les ha bastado el informe y el seguimiento del mismo en la voz de Michelle Bachelet, la masacre en vivo de Oscar Pérez y su grupo, el asesinato del concejal Fernando Albán a quien lanzaron del piso 10 del edificio de la policía política venezolana, del ajusticiamiento del capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo, vilmente torturado el mismo día en que se fue la Alta Comisionada de los Derechos Humanos Michelle Bachelet del país, las últimas casi 7000 mil muertes por las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de Maduro. La triste y desgarradora estampida de venezolanos como mencioné al inicio y lo que es peor, de continuar Maduro en el poder, a finales de año sería la diáspora más grande conocida.
Por otra parte, en el mismo camino de las novedades que aliñan nuestro padecimiento y no menos importante vimos como el pasado 11 de septiembre de 2019, el gobierno legítimo de Venezuela liderado por su presidente interino Juan Guaidó, envió una carta en la que pide que se convoque al órgano de consulta para la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y así invocar la activación de dicho tratado.
Felizmente y a pesar de algunas posiciones distorsionadas esta solicitud fue aprobada pues hay un bloque de países que comprende sin titubeos que Venezuela está literalmente a punto de implosionar y los añicos y el polvo inundarán sus países haciendo de América un chiquero comunista sin remedio.
Lo relevante de esto, especialmente porque me toca directamente ya que se refiere a la posición del gobierno de Costa Rica, mi segunda patria, es que el gobierno costarricense de Carlos Alvarado propuso previo al plenario de votación de los 19 países integrantes del TIAR una enmienda a la convocatoria para evitar una respuesta militar que fue rechazada y posteriormente se abstuvo de votar. Lo mismo decidieron los estados de Trinidad y Tobago, Panamá, Uruguay y Perú. El representante de Bahamas no estuvo presente en la votación.
No sólo se abstuvieron sino que a través de la representación del Canciller Manuel Ventura aparentemente hicieron lobby para entorpecer la aprobación de un instrumento que Costa Rica ha utilizado en otras oportunidades para su defensa.
Lo insólito es que el canciller Ventura tiene conocimiento de primera mano de la situación de Venezuela pues es uno de los exmagistrados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos escogidos por la secretaria general de la OEA para sustanciar la denuncia contra Nicolás Maduro y sus prácticas genocidas, no lo digo yo, lo han certificado tal como lo mencioné anteriormente informes serios, responsables y con suficientes pruebas de violaciones sistemáticas de derechos, leyes y principios universales.¿Será que hace falta que a algún familiar o conocido cercano le toque la triste situación de morir de hambre, mengua y desidia para que se sensibilicen antes este horror? No fue suficiente lo visto elaborando dicho informe para saber que este atípica e insaciable organización criminal amenaza también la estabilidad y paz de Costa Rica.
Independientemente de la tradición de país democrático y pacífico, se conoce que sin desmerecer esas premisas la ayuda del TIAR protegió a Costa Rica en los años de peores ataques por las revueltas nicaragüenses. Allá por 1948 cuando el fraudulento presidente Picado osó traidoramente convocar al dictador nicaragüense Somoza para que lo defendiera, del Movimiento de Liberación Nacional liderado por José Figueres, a estos les cayó de perlas tener al TIAR como respaldo ante la posible necesidad de solicitar asistencia en todos los órdenes. No creo que hayan olvidado que en el año 1978 el presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez envió dos aviones de la Fuerza Aérea Venezolana a respaldar al gobierno Constitucional de Costa Rica tras ataques de Nicaragua. Se les olvidó que el 12 de septiembre de 1978 cuando sucedieron los alzamientos del frente Sandinista contra el dictador Somoza, un avión nicaragüense atacó territorio Costarricense disparando a dos patrullas, asesinando a dos policías, hiriendo a otros dos y tomando como rehén a un oficial de la guardia civil. Costa Rica convalidó que esa agresión militar que causó dos muertes, dos heridos y un rehén, era motivo suficiente para invocar el artículo 8 del TIAR que prevé ayuda militar de los países firmantes. La ayuda les llegó sin que el tratado tuviese que ser activado y fue bien recibida dicha ayuda que en conjunto con gestiones del canciller venezolano amedrentaron y controlaron aquella situación que puso en peligro la soberanía de este país. ¿Las muertes de miles niños con cáncer por falta de medicinas son argumentos menos válidos que aquellas dos muertes del año 1978?
Les reporto, si no lo saben que a los venezolanos nos están asesinando, no hay comida, medicinas, la más alta desnutrición infantil del mundo, tenemos un narcoregimen criminal que está concentrando todas las fuerzas terroristas del mundo en nuestro territorio, ya estamos superando el éxodo más grande del mundo y sólo exigimos del Gobierno de Costa Rica ser consecuente, un voto por la libertad de 30 millones de seres que fuimos felices en nuestra tierra y que hoy padecemos, no pedimos armamento ni aviones.
Ponganlo como lo pongan, apoyar a Guaidó y no unirse para provocar la salida del régimen es apoyar a la narcotiranía.
En los países más afectados por la migración venezolana menos comprendo su posición; el caso de Panamá lo considero así mismo una incoherencia pues ellos le deben la libertad, prosperidad y el empuje económico a una intervención para extirpar el cáncer dictatorial que los oprimía, para colmo hay allá casi 200.000 mil venezolanos, aparentemente no les afecta en los servicios de educación, salud, transporte y competencia laboral. Caso similar y sin criterio comprensible es Perú donde viven 800.000 venezolanos y también se abstuvo ¿será que tienen capacidad para recibir mientras dialogan a un millón más de paisanos migrantes?
Desde esta cárcel del exilio sigo en la trinchera de la denuncia, de la búsqueda de soluciones para nuestra libertad. La solidaridad no se mendiga y para Venezuela es una acción impostergable, el momento histórico lo exige. Lo ratifico sin dudas con lo que nos queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio "El Gato" Briceño Torrealba/Valeria Briceño
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