sábado, 10 de septiembre de 2016

GOLPE AL NARCOESTADO/OBLIGACIÓN DE LOS DEMÓCRATAS


Desde hace años en mi patria se perdió la democracia, todas las instituciones están secuestradas por una pandilla de militantes del partido del gobierno (PSUV). El estado de derecho así como los demás principios constitucionales, se disiparon; la justicia impartida o, mejor dicho, impuesta desde el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) hasta el último tribunal de las fronteras del país está pervertida, parcializada y acomodaticia aplicándose solo a la oposición, por supuesto con el apoyo de la Fiscalía del Ministerio Público que se convirtió en una perversa máquina de fabricar y montar las pruebas que el gobierno requiere para liberarse de los incómodos disidentes.

Aún cuando es más que evidente el rechazo que siente la inmensa mayoría de los venezolanos, desde mi punto de vista el rescate de la democracia por vía electoral es, por los momentos, un imposible. Sin embargo,aunque el narcogobierno se empeñe en negarlo, hay un fuerte movimiento de militares institucionalistas activados y que definitivamente están resteados con el rescate de la democracia para sacar del poder a este fracasado  e infausto gobierno y echar del suelo patrio la bota invasora, parasitaria y represora cubana.

Desde hace tiempo el gobierno no deja de hablar de un movimiento golpista que será combatido implacablemente. Es curioso que hablen de golpe de estado y nieguen la inconformidad de un sector de la Fuerza Armada pues todos sabemos que los golpes de estado no los dan los civiles sino los militares. El narcotraficante internacional Diosdado Cabello Rondón, está clarísimo de la crisis que se vive en lo interno de la institución y en el gobierno pues en las últimas horas, ha venido manifestando públicamente que no se dejarán tumbar y el que esté conspirando irá preso. La insurrección está evidentemente en marcha y es imparable.

No son aventureros improvisados y con ambición de poder, son mujeres y hombres que aman a su patria y que están viviendo las humillaciones cotidianas de militares cubanos, la destrucción de la economía, el deterioro vertiginoso de todos los servicios públicos, la hambruna y la falta de medicamentos y que se dieron cuenta que la patria fue saqueada, vapuleada y arruinada por los hermanos Castro. Después del chavismo, lo peor que le ha pasado a Venezuela han sido estos desquiciados hermanos que, cual sanguijuelas, desangraron nuestra patria y ahora van a Rusia a pedir que los auxilien económicamente porque es inminente su salida de Venezuela. Es obvio además, que los militares  que se organizaron y están listos para actuar en el rescate de la democracia, se niegan a seguir recibiendo instrucciones de un presidente extranjero, pues saben  que Nicolás Maduro es colombiano.

Ya estos bandoleros no disimulan ni guardan las apariencias y así lo demuestra su nulo respeto  a lo consagrado en nuestra Constitución,  dejándola de hecho sin validez. Así lo terminó de demostrar la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) cuando abiertamente se presta para encubrir la decisión del gobierno al decretar el estado de excepción sin pasar por el obligado camino de la aprobación de la Asamblea Nacional, amén de que ha transgredido constantemente el poder investido popularmente por más de 8 millones de venezolanos  a esa Cámara, revocando las leyes aprobadas  y desconociendo la función contralora al Poder Ejecutivo, que la Carta Magna les confiere. La lucha por el rescate de la democracia y el estado de derecho no puede llamarse golpe de estado sino obligación patria de todos los venezolanos, por eso todos estimo que los demócratas tenemos que apoyar y cerrar filas con ese grupo inmenso de aguerridos militares que darán ese gran paso por la libertad y el rescate de Venezuela.

Un gobierno que no respeta los derechos y las garantías constitucionales, es incapaz de satisfacer las necesidades básicas de la población, que ha saqueado la patria y la ha sumido en la mafia y el narcotráfico, que utiliza al pueblo para satisfacer las “necesidades” de un grupo privilegiado frente al sacrificio de la población, que es rechazado por la inmensa mayoría NO ES LEGAL NI LEGÍTIMO, ni siquiera es un gobierno. Por ello, insisto que no podemos caer en el juego del narcorregimen que pretende, con su discurso incendiario manipular a la mayoría de los venezolanos demócratas, diciendo que está en desarrollo un Golpe de Estado, porque si de algún Golpe , no dicen sobre el que ellos han dados todos estos años cuando asaltaron las instituciones del estado y las mantienen sometidas al servicio del narcotráfico internacional. Golpes a la democracia da la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia con cada sentencia que inhabilita y desconoce la voluntad popular manifestada pacíficamente en las calles y en las urnas electorales. Ese es el único y verdadero golpe que está en marcha desde hace años y que, por fin ha encontrado quién le dé un parado.

Es irreversible, ese gran movimiento libertario, lleno de dignidad patriótica, en los próximos días podría darnos un nuevo amanecer, un amanecer en libertad para iniciar inmediatamente, el hermoso  rescate de la institucionalidad democrática, llamando a elecciones generales en un periodo no mayor de 6 meses.

Para lograr el rescate de Venezuela, hago este llamado a todos los demócratas del mundo para apoyar este movimiento de “Salvadores de la Democracia”. Por mi parte, desde la posición que la historia me impuso, estoy  activo brindando todo mi respaldo y luchando por rescatar mi patria con lo único que me queda MI PLUMA y Mi PALABRA.

José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño.

Twitter:

@josegbricenot