Palpar dolorosamente sin poder aliviar la miseria económica a la que han llegado miles y miles de familias venezolanas, al empobrecimiento total luego de haber tenido sus casas, carro familiar, hijos con sus necesidades cubiertas, alimentación, uniformes, transporte, es lo más frustrante que nos pasa como luchadores sociales. Indigna ver a gente profesional, capacitada, con formación hogareña y académica de excelente nivel pidiendo a amigos y conocidos unos zapatos usados para ir a buscar el pan diario, despidiendo a los hijos, cerrando habitaciones, quedando solos en las casas donde se reunían cada fin de semana para compartir alguna comida y disfrutar de estar juntos. Esta indeseable estirpe castrochavista, heredera del hoy felizmente difunto Hugo Chávez, acabó con la alegría de la familia y lo que es peor, nuestra gente no encuentra como resolver esa nueva vida tan carente de humanidad, tan vacía de motivaciones a mediano plazo. Las soluciones, la reingeniería de lo cotidiano, la extrema resiliencia a la que han llegado los venezolanos es la del día a día y no hay chance para más.
Los que a través de la política pretendemos cambiar esa realidad haciendo nuestra parte, también en escenarios muy contra corriente pues casi ningún grupo colegiado esgrime la verdadera congruencia en sus acciones y por mala costumbre antepone sus intereses sin importarle la solución país.
Por más que sepamos el nivel de maldad de la saga diabólica, es increíble lo que sucede en nuestro país carece absolutamente de lógica, no encontramos aciertos, ni sindéresis por ninguna parte.
Los venezolanos duran días en una cola para abastecerse de 20 litros de combustible, durante dicho vía crucis hacen sus necesidades fisiológicas en plena vía, los atracan, a otros los han asesinado, algunos han muerto por el estrés causado por desespero de repetir ese gran sufrimiento todos los días. En el tema productivo igual caos, el pasado mes de mayo comenzó el ciclo de siembra del invierno y sólo pudo activarse el 10 % de dicha actividad por falta de combustible y en los estados en los que todavía mantienen algo de productividad, como Mérida, Trujillo, Zulia, Lara y Portuguesa las cosechas se están perdiendo por lo mismo, transporte, movilidad. Los productores de leche han tenido que botarla o regarla en los potreros porque ni al pueblo se la han podido regalar porque no pueden llegar ni siquiera a las comunidades cercanas.
Lo insólito e imperdonable que nos enerva la sangre es haber visto a comienzos de semana la insolente noticia de que Nicolás Maduro había enviado para Cuba un nuevo cargamento de 160.000 barriles de gasoil en el tanquero llamado Alicia, en medio de la gravísima escasez de combustible antes descrita, con consecuencias muy graves para áreas tan sensibles como la producción y transporte de alimentos.
Estos miserables se siguen burlando del sufrimiento del pueblo venezolano de la forma más descarada y depravada, enarbolan sin pudor la bandera de la alta traición a la patria regalandole a los chulos de la narcotiranía cubana lo poco que queda pero lo más indignante, como siempre recalco, es ver como los integrantes de las Fuerzas Armadas son cómplices de esta pérdida de la soberanía, de esta relación con los parásitos comunistas permitiendo y sosteniendo a esos narcobandoleros en el poder, bajo humillaciones, con la aplastante derrota como las sufridas recientemente en la frontera Colombiana por los mismo paisanos y socios de Maduro.
El pueblo venezolano se pregunta ¿No habrá un digno grupo de oficiales dentro las Fuerzas Armadas que sientan, les duela y amen a su patria? ¿No habrá dentro de los cuerpos policiales un grupo que sienta y ame a su país?
Analizo desde la cárcel del exilio y me atrevo a decir: ¿será que nos queda apelar a la Fuerza Armada de los Barrios, fundada por Diosdado y ahora en rebeldía, las bandas de "El Coqui", Wilexis y otras tantas para que hagan el trabajo que les corresponde a los uniformados cobardes bajo el mando del Castrismo y de Padrino López. Amanecerá y veremos.
Sinceramente pido no distraer nuestro objetivo focal, no le sigamos el juego a los expertos en fraudes electorales, especialistas en tácticas de distracción y en endulzar a la élite latinoamericana pro "elecciones libres", denunciemos, enfrentemos y apoyemos cualquier intento real por execrarlos del poder!
Yo lo intento cada día con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
Nota Especial : Mis afectuosas felicitaciones al valiente y profesional equipo de La Patilla por la forma objetiva, honesta y aguerrida con la que ha mantenido gran empeño durante 11 años para mantenernos informados sin doblegarse a pesar de tantas amenazas y amedrentamiento del régimen. Agradezco su solidaridad al publicar a quiénes como yo tenemos la necesidad de denunciar los atropellos de la narcotiranía que destruye a Venezuela, lo que permite que domingo a domingo mi opinión le llegue a míles de venezolanos .
José Gregorio "El Gato" Briceño Torrealba
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