En 57
años de historia democrática de mi patria, la familia presidencial fue
considerada un ejemplo honorabilidad y reputación. Es cierto que en algunos
momentos, se conocieron escándalos que fueron duramente censurados por la
sociedad, pero en el año 2013, la llegada del Cártel de los Soles al poder en
Venezuela, los escándalos sobrepasaron los límites de la moral y cruzaron las
fronteras. La gravedad de las acusaciones que pesan sobre altos funcionarios
del gobierno y de sus familiares por corrupción y narcotráfico, tienen a
Venezuela en la mira de los Servicios de Investigación Internacional por
suponer un grave peligro para la paz y la seguridad de la comunidad
internacional.
En vida,
el “Intergaláctico-Supremo”, trató de mantener en secreto las actividades escandalosas
y desmanes propios y lo de su grupúsculo de confianza, pero una vez fallecido,
la depravación y la impunidad mantienen en Jaque a Venezuela y, por supuesto, a
los venezolanos.
Entre
otros podemos mencionar, los casos de Leamsy Salazar
el ex jefe de seguridad de Hugo Chávez y
Diosdado Cabello, testigo en Estados Unidos que acusó a Walter Jacob Gavidia Flores, hijo de Cilia Flores y criado
también en el hogar formado por esta y Maduro, utilizaba aviones pequeños de
PDVSA para transportar droga, en colaboración con “Nicolasito” Maduro, como se conoce al hijo del
presidente; también se refirió a la colaboración del hijo de Chávez, Huguito, y el del exembajador cubano
Germán Sánchez Otero. La detención de la magistrada del TSJ, Mirian Morandy (una persona muy cercana a Cilia Flores)
detenida en el Aeropuerto Internacional de Maiquietía junto a personas
solicitadas por narcotráfico.
Y por supuesto, el más sonado, por lo certero del golpe dado
por la DEA a la red de narcotráfico que maneja más del 40% de la droga a nivel
mundial, la detención de Efraín Antonio Campo Flores (sobrino de
Cilia Flores a quien crió cuando su hermana murió) y Franqui Francisco Flores de Freites (primo
de Campo Flores) en Puerto Príncipe, Haití, en un operativo conjunto de
autoridades locales a agentes de la Administración para el Control de Drogas de
los Estados Unidos (DEA).
La
detención fue el resultado de 8 meses de ardua investigación en operaciones
encubiertas en las que se grabaron todas las conversaciones (tanto el audio
como el vídeo). Quedaron registros fílmicos de la llegada a Puerto Príncipe del
avión en el que transportaban el cargamento de
cocaína (casi una tonelada) en el acto fueron detenidos y trasladados a Nueva
York por la DEA. Según las informaciones que salieron a la luz pública, los muchachos pretendieron hacer valer
inmunidad en el momento de la detención, al presentar pasaporte
diplomático expedido por órdenes
presidenciales.
Aquí les
viene como anillo al dedo un viejo refrán popular del oriente Venezolano que se
utiliza cuando una persona está descubierta con suficientes pruebas que dice
“¿para dónde van con esa pata hinchada?”.
Los jóvenes narcotraficantes ingresaron a prisión sin fianza
Es tan
difícil la defensa de estos muchachos que los abogados solicitaron el
diferimiento de la audiencia prevista para este
próximo 29 de febrero ante el juez de Nueva York que lleva el caso, para tener
más tiempo de revisar el material entregado por la Fiscalía. Dicho diferimiento
fue aprobado para el próximo 29 de Marzo. El pataleo de la pareja presidencial
ha sido fuerte.
La
descomposición y el descaro de las altas esferas de poder del gobierno
venezolano, llega a tal extremo que
Diosdado Cabello (para ese entonces presidente de la Asamblea Nacional), en su
programa de televisión aseguró que a los narcosobrinos, los secuestraron y que
la negociación de los 800 kilos de droga de la que se les acusa fue un montaje.
Le faltó poco por decir que esos 800 kilitos de coca eran para consumo propio.
¡Qué descaro! Evidentemente, tenía que defenderlos porque son de la pandilla
que domina parte del tráfico mundial de droga.
A cuatro meses de la detención de los narcosobrinos, las únicas declaraciones fueron las del Capo Cabello. El gobierno no ha emitido pronunciamiento oficial al respecto, lo cual reafirma que los caudillos que gobiernan la Patria, son una cuerda de pandilleros que irrespetan al pueblo venezolano al no brindarle una explicación y siguen amenazando a los periodistas que cubren la fuente de la Asamblea Nacional y preguntan a la "Primera Dama" por sus sobrinos. Los venezolanos sabemos que esos muchachos no actúan solos, que criados en ese ambiente de poder, excesos y corrupción, solo imitan a sus padres de crianza quienes por cierto no han sido el mejor ejemplo.
Aunque la
NarcoTía intente retrasar de cualquier forma el juicio, no podrán evitar que en
algún momento la verdad salga a la luz y se deje al descubierto la putrefacción
que hay detrás de la Narco-Revolución.
Estaremos
muy pendientes de lo que ocurra en la Corte Federal Sur de Manhattan y del
destino de los narcosobrinos quienes seguramente permanecerán recluidos por
mucho tiempo en el Metropolitan
Correctional Center que es la prisión de Nueva York, donde actualmente se
encuentran detenidos.
Estoy seguro que este juicio y todos los que vengan después, serán el motor para una Enmienda Constitucional que permita entregar algunos venezolanos indignos a la justicia internacional, como Diosdado Cabello y su hermano José David Cabello, el General Hugo Carvajal Barrios o Pedro Carreño, que le han hecho mucho daño a Venezuela y a la humanidad a través del tráfico de drogas y los abusos que a diario protagonizan.
Lleno de
esperanza, sigo aquí dando la pelea con lo único que me queda, MI PLUMA y MI
PALABRA.
José Gregorio Briceño Torrealba
“El Gato” Briceño.
Twitter:
@josegbricenot