Pareciera que su simpatía por la izquierda, la ponzoña marxista enfocada en la pesada retórica de la igualdad social, la principal de las farsas, le llevó al difunto Chávez unos cuantos años de disimulo y disfraz democrático para tomar la senda sin retorno (murió en el camino) del socialismo. Luego, para nuestra desgracia, traspasó las sutiles y también falsas fronteras hacia el comunismo en su más depravada versión, eso sí, la peor e inédita versión: La revolución Castrochavista comunista a la venezolana.
Ya decidido a lanzar al país por ese despeñadero, en el año 2007, el hoy felizmente convertido en polvo cósmico, comenzó con las expropiaciones o confiscaciones en todas las áreas del quehacer productivo, eliminación paulatina de la propiedad privada, el populismo y las dádivas internacionales comprando favores internacionales, se aceleró el desmontaje del estado federal y descentralizado.
Todos los especialistas en la materia comenzaron a predecir que Venezuela viviría momentos fatales si se derrumbaban los premios del petróleo y así sucedió.
El mejor ejemplo del gran fracaso de las expropiaciones a mansalva con la fórmula del estado administrador y productor quedó demostrado con los más de 5 millones de hectáreas convertidas súbitamente en "propiedad social" entrando en contradicción con el régimen de propiedad que establece la Constitución de la República vigente desde el año 1999. El resultado es cero producción en dichas tierras.
Aparte de eso las empresas concesionarias del complejo de empresas básicas de la Corporación Venezolana de Guayana quebradas todas, la CANTV, las cementeras, los centrales azucareros, por poner algunos ejemplos, es el resultado del gran fracaso del socialismo del siglo XXI que no es más que la imitación del proceso político Cubano, hambre, pobreza, atraso, resentimiento, o sea, la esencia del COMUNISMO.
Mi país entró en el abismo, un verdadero precipicio cuyo fondo es la peor desgracia que existe en el planeta: EL SISTEMA COMUNISTA.
De hecho y aunque la matriz goebbeliana que manejan los comunistas quiera hacer ver que son manipulaciones de la derecha mundial todo el desbarajuste venezolano, se tienen pruebas estadísticas, reales de lo que digo, se acaba de confirmar con la Evaluación de Seguridad Alimentaria del Programa Mundial de Alimentos (WFP) sobre Venezuela.
Es nuestro deber como columnistas ayudar a difundir dicho informe a mis lectores por lo que transcribiré su contenido ya que lo considero una realidad pavorosa que necesita atención por parte de todos:
"El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), organización humanitaria encargada de distribuir asistencia alimentaria en emergencias y de trabajar con comunidades para mejorar la nutrición, visitó todos los estados del país y recogió datos sobre las necesidades y vulnerabilidades alimentarias en 8.375 hogares, entre julio y septiembre de 2019. Es el estudio geográficamente más extenso y con mayor número de hogares encuestados que se ha hecho sobre el tema en Venezuela.
La Evaluación de Seguridad Alimentaria (Food Security Assessment – FSA) encontró que:
*Inseguridad alimentaria:
Una de cada tres personas en Venezuela está en inseguridad alimentaria y necesita asistencia. Según el WFP. 7.9% de la población (2.3 millones de venezolanos) viven bajo inseguridad alimentaria severa y 24.4% (7 millones) lo hacen bajo inseguridad alimentaria moderada.
¿Qué es la inseguridad alimentaria severa y moderada? La inseguridad alimentaria severa significa que el hogar tiene brechas extremas en el consumo de alimentos o padece un extremo agotamiento de los medios de vida que conducen a brechas en el consumo. La inseguridad alimentaria moderada implica tener brechas significativas en el consumo de alimento, o ser marginalmente capaz de satisfacer necesidades mínimas de alimentos únicamente empleando estrategias de afrontamiento irreversibles.
Los índices más altos de inseguridad alimentaria severa están en Delta Amacuro (21%), Amazonas (15%), Falcón (13%), Zulia (11%), y Bolívar (11%).
Uno de cada cinco hogares (17.8%) tiene un nivel inaceptable de consumo de alimentos: 12.3% tiene consumo de alimentos límite y 5.5% consumo pobre.
*Estrategias de sobrevivencia:
El 74% de las familias venezolanas ha utilizado estrategias de sobrevivencia relacionadas al consumo de alimentos, reduciendo la variedad y calidad de la comida. Entre ellas, el 60% redujo el tamaño de la porción de sus comidas, el 33% de los hogares ha trabajado a cambio de comida y el 20% ha vendido bienes familiares para cubrir necesidades básicas. Seis de cada diez familias ha gastado ahorros en comida.
*Percepción de la disponibilidad de alimentos:
Siete de cada diez venezolanos reportó que siempre hay comida disponible, pero el acceso es difícil porque los precios son demasiado altos en comparación con sus ingresos.
*Fuentes de ingreso:
El 59% de los hogares no tiene ingresos suficientes para comprar comida y el 65% no es capaz de comprar artículos esenciales de higiene, ropa y calzado.
18% de los hogares depende de asistencia gubernamental y sistemas de protección social.
*Servicios básicos
Al momento de la encuesta, cuatro de cada diez hogares tenía interrupciones diarias de servicio de electricidad y el 72% tenía un suministro irregular de gas.
Cuatro de cada diez hogares tenía interrupciones recurrentes en el servicio de agua, por lo que tienen que usar estrategias alternativas como comprar agua embotellada o usar camiones cisterna."
Dicho informe fue publicado el 23 de febrero de 2020.
Estos fatídicos números son la realidad de casi todas las familias de mi país, de los que sin la remesa de los 5 millones que estamos fuera no pueden sobrevivir, de los que tenían sus bienes básicos logrados a punta de trabajo y esfuerzos y ya los tuvieron que vender. Esos números que son la nueva verdad de mis paisanos me dejan sin palabras y en la cárcel del exilio me avivan la ansiedad por lograr la tan ansiada libertad, la execración urgente de los cuatreros que odian y aborrecen tanto a mi patria.
Pido cada segundo con vehemencia e ímpetu a Dios que pronto lo logremos, mientras sigo en el combate con lo único que nos queda LA PLUMA Y LA PALABRA.
José Gregorio "El Gato" Briceño Torrealba/Valeria Briceño
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