Es bien controvertido y genera demasiada impotencia saber que quienes hacen el papel de gobierno en mi país son comprobadamente una banda criminal, con todo lo que eso significa. Como se explica esto, si el gobierno generalmente debe ser, sin caer en utopías o ideales, un mínimo ejemplo ciudadano, desde donde se ejecutan las distintas políticas para el desarrollo, mejoría de calidad de vida y beneficios para una población, con esmero en respetar el impulsar la productividad privada, la formación universitaria autónoma no adoctrinada, se asume con respeto la libertad de expresión entre muchos patrones que hacen indiscutiblemente crecer sanamente a una sociedad.
Mi empeño incansable como columnista venezolano se enfoca en coadyuvar para desenmascarar a esa organización narcocriminal que tiene secuestrada a Venezuela por eso, vista su importancia y revelación hoy ayudaré a difundir el gran trabajo de investigación que hizo Insights Crime, organizacion de pensamiento y comunicación que busca profundizar y enriquecer el debate sobre el crimen organizado y la seguridad ciudadana en las Américas, se recoge en este reporte la información de los últimos cinco años del crimen organizado.
La evolución del Estado híbrido en Venezuela considerandolo una combinación de gobernabilidad y criminalidad, lo que ha permitido que el capo de Nicolás Maduro se mantenga en el poder a pesar de las crisis internas y externas constantes ya que a pesar de la fragilidad de su entorno, ha conseguido aliados que "lo salvan" a cambio de seguir entregando nuestras riquezas sin disimulo.
Sin embargo, según lo planteado en esta investigación, este panorama está comenzando a cambiar lentamente.
Las amenazas directas al poder de Maduro, como las protestas masivas y la oposición política, han disminuido, pero aún persisten, las elecciones primarias han tomado protagonismo y son un buen estímulo para que el pueblo se active, pero estoy casi seguro de que están cocinando la estocada pues de alguna forma no las van a dejar efectuar.
El colapso económico, ya es evidente y por eso andan desesperados que les quiten las sanciones internacionales, reactivar la industria petrolera y tratar de relegitimarse a través de las elecciones y si lo logran se consolidarian en el poder.
Tienen un gran obstáculo, la gran corrupción descarada y la manipulación del proceso electoral que ya se evidencia con el asalto al Consejo Electoral Nacional (CNE) al poner a renunciar a los rectores e intentar impedir las primarias no dando el apoyo logístico solicitado.
El análisis de las estrategias en los últimos años indica que Maduro está tratando de establecer un Estado híbrido más confiable y fácil de controlar, aunque no menos criminal. Ese Estado en Venezuela se sustenta en grupos armados que cooperan con el Estado, una gobernanza híbrida funcionarios y guerrilleros malandros, paramilitares) en la que trabajan juntos para gobernar ciertos espacios, y economías híbridas que combinan el control estatal y criminal de recursos y cadenas de suministro.
En cuanto a los grupos armados híbridos, Maduro fortalece a aquellos que son más confiables mientras ataca a otros grupos del crimen organizado. Esta aplicación de gobernanza hibrida ha sido objeto de cambios y logrado la recuperación de ciertas zonas anteriormente controladas por pandillas, aunque sigue existiendo en áreas bajo el control de aliados como colectivos y la guerrilla del ELN.
En lo que respecta a las economías híbridas, Maduro intenta controlar aquellas más dañinas, como el contrabando de combustible y el tráfico de chatarra, pero las que representan menos costos han quedado intactas. Su mayor desafío es el comercio de oro, y el gobierno intenta imponer el control estatal sobre las minas de oro en el estado Bolívar, con esta billetera paga a los militares aliados traidores.
El camino hacia la consolidación del poder para Maduro requiere un delicado equilibrio entre la búsqueda de control y el mantenimiento de alianzas con grupos híbridos que le son beneficiosos. Sin embargo, esto plantea interrogantes sobre la sostenibilidad y legitimidad de su gobierno a largo plazo.
El mejor ejemplo de que Venezuela es un estado criminal, son los cargos que le aplicaron al Pollo Carvajal en Nueva York (narcoterrorismo, tráfico de drogas y de armas), lo que para perpetrarlos conlleva a corrupción institucional extrema y son los mismos cargos que le aplicarán Diosdado Cabello, Dios mediante, este capo otrora su amigo íntimo y compadre aún en libertad, de quién sabemos que es el que tiene el control férreo del SEBIN (Policía Política) desde hace muchos años con su incondicional General, Gustavo González López, quien ejecuta sus órdenes sin discusión, en sus haberes delincuenciales se suman pues los asesinatos, torturas y las desapariciones de los opositores venezolanos.
Mi más recurrente reflexión desde la cárcel del exilio me lleva a creer que estos delincuentes no tienen todas las de ganar, tantos flancos abiertos los debilitan y los ajustes de cuentas no se hacer esperar.
Mi firma y sello para derrocarlos se basa en que hay que arrancarlos del poder mal habido y mal utilizado en contra del pueblo, sigo denunciandolos sin pausa y con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA
José Gregorio Briceño Torrealba
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